viernes, 14 de junio de 2013

El estrés de los investigadores Por Gustavo Arencibia Carballo garen04@gmail.com Ilustración:Federico Londoño González El trabajador de investigación no constituye un prototipo, a pesar de ubicarlos dentro de algunos clichés como una persona entretenida, olvidadizo e inteligente. Pudiera ser, pero no creo sea un modelo actual y menos en la era digital. Un científico, mejor un trabajador de las ciencias o investigador, suele ser hoy en día una persona, mujer u hombre de características particulares como para agruparlo en varios grupos, desde la sencillez ofensiva hasta la injustificada autosuficiencia, pero más allá de límites y desiguales niveles de desarrollo, el investigador es un ser estresado. Ninguna regla es absoluta y esto no es perfil exacto, pero el individuo dedicado a la planificación, resolver, experimentar, investigar y tal vez tener un resultado, es un ciudadano estresado, aunque no lo crea él o ella o sus colegas. Se ignora mucho sobre estrés, desde una órbita común, para la mayoría el estrés es solo negativo (distrés) y no es así, también está el estrés agradable, deseable, saludable, positivo (eustrés). En el ámbito laboral de la investigación con tantas aristas sin resolver, desde el clima donde nos movemos hasta en el insumo mínimo, abastecimiento, la mirada y el sentimiento de la mujer o el hombre en su relación con el entornos se estresa reflejándolo de diversas formas como depresión, baja autoestima, malestar, angustia, reducción de la productividad, etc., esto por el negativo y el positivo puede provocar hiperactividad, demasiada confianza y hasta enfermedades. Ahora el tema es como compensar con una disciplina cabal, una moderada inteligencia, buenos planes y objetivos de trabajo, esos estresores invisibles o no tan visibles que no nos mueven de la línea virtual para escamotearnos el óptimo resultado. Deberíamos con un conjunto de opiniones, tal vez en un equipo de trabajo conformarnos un ambiente mínimo para alcanzar resultados en una investigación. El disgusto de una decisión de la administración o del propio grupo, puede llevar al individuo hasta un sicotrauma y dependerá su daño de lo preparado o vulnerable de la persona para enfrentar las situaciones adversas. Es importante no frustrarnos, ni llegar a la decepción del amor a la profesión. Cuidarnos no solo de aprender, sino también de protegernos de ese estrés nocivo moviéndose alrededor de las tareas sigilosamente, son personas o solo virtuales nubes oscuras en contra de todo lo posible. Es difícil a veces identificarlo, pero es necesario intentarlo. Tratemos de no propiciar o favorecer las condiciones adversas al trabajo. Dar pausas necesarias en la planificación, tener constancia en el objetivo y perseverancia en el esfuerzo, nos debe proporcionar una protección contra el estrés en la investigación, el cual podría hacernos mucho daño, de no ser capaces de amortiguar la falta de recursos y condiciones para trabajar, o sencillamente para relacionarnos con el colectivo y sus ebulliciones. Una tempestuosa respuesta, por estrés ante un estímulo nos atrasa en las relaciones humanas y nos sume en el malestar de la incomprensión y la falta de tolerancia. Enfriamos las reacciones siempre que podamos. Solo digamos para aquí intentar resumir algo, de tan polémico tema, reflexionemos ante inconformidades para que no seamos vulnerables en lo bueno o malo de un estrés, y podamos transformar el evento, el entorno de la mejor manera. Referencias
¿Solo grandes acontecimientos o molestias cotidianas? Periódico Trabajadores.cu http://www.trabajadores.cu/news/2011/05/08/%C2%BFsolo-grandes-acontecimientos-o-molestias-cotidianas El estrés, ¿un producto del siglo XX? Breve recorrido por la historia del diagnóstico y tratamiento del estrés. http://multimedios.org/docs/d001727/ Manejar las tensiones de cada día. Periódico Trabajadores.cu http://www.trabajadores.cu/news/20120715/2510734-manejar-las-tensiones-de-cada-dia Orlandini, Alberto. 1994. Sicología del estrés. Editorial Oriente, Santiago de Cuba. 52 pp. Trabajadores a turnos y hormona del estrés. http://www.investigacionyciencia.es/noticias/trabajadores-a-turnos-y-hormona-del-estrs-9911